Sábado 2 de Febrero. Como de costumbre la incertidumbre gobierna mi vida. Mi manutención económica es el calcetín y realmente no sé hasta cuando. No tengo trabajo, y sólo mi familia me sirve de chaleco. Ya que la semana se me hace eterna y sin surfear más.
 Son estos días que no sabes a dónde vas ni que hacer con tu vida, que te agarras a lo desconocido, o al pasado creyendo que cualquier cosa es mejor que la vida que llevas actualmente.
Realmente tengo ganas de marchar de aquí, porque no tengo trabajo, no tengo muchas esperanzas. Y me gustaría poner tierra de por medio. Sabiendo también que los problemas te los llevas consigo pero es un reto que te pones, con él que enfrentarte cada día.
Por otra parte me siento un poco solo, decepcionado, y esperando algún movimiento. No se que movimiento pero la verdad alguna persona me ha fallado y mucho y ese fallo se ha convertido en dolor, y ese dolor, por una puñalada traicionera se ha hecho grande, formando un rencor. Ese rencor me hace acordarme pero no sé si por añoranzas o por odio, no lo sé, pero lo que se es que quiero seguir con mi vida.